Orando con perseverancia

The Official Publication of the Church of God of Prophecy

Separar un tiempo para la oración es una cosa, pero envolverse conscientemente y alcanzar la oración eficaz es un desafío formidable. Hacer esto requiere batallar con la pereza, las distracciones, las vanas repeticiones, la incredulidad y la duda.

Entiendo nuevamente que para ser efectivos en la oración debemos estar comprometidos a hacer lo que los santos de la antigüedad llamaron “orar con perseverancia”. En esencia, orar con perseverancia significa orar hasta que ocurra algo. Quizá podríamos llamar esto el método OHOA, es decir, Orar Hasta que Ocurra Algo.

Ese “algo” no tiene que ser una respuesta a la oración, y en muchos casos no lo es. Más bien, ese “algo” es la seguridad de que siempre uno es escuchado.

Ilustración: Hace años, mientras me encontraba orando acerca si había sido llamado o no al ministerio de la predicación, me encontraba en un momento donde lo único que necesitaba saber era si Dios sabía quién era yo en este mundo y si se preocupaba por mí. Después de muchas horas y días de oración intensa, Dios me habló a través de la Palabra (Biblia).

La respuesta vino tarde ese día, o debo decir, temprano en la mañana. Recuerdo que desperté y vino un pasaje a mi mente que jamás había leído anteriormente. Me levanté y abrí mi Biblia en ese pasaje específico. Esto fue lo que me dijo Dios: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8).

Dios no me dijo que había sido llamado al ministerio de la predicación; sin embargo, el pasaje me dio la seguridad que necesitaba. Me aseguró que Dios no se había olvidado de mí, por lo tanto, continuaría buscando y esperando hasta recibir a mí palabra clara de Él. Esa seguridad fue evidencia de que había orado con perseverancia hasta llegar a un lugar de fe (Hebreos 11:6). Hay libertad en el espíritu cuando uno está seguro que Dios ha escuchado su oración porque sabe que cuando Dios lo escucha, tarde o temprano tendrá una respuesta (1 Juan 5:15).

La oración e intercesión sincera se puede ser comparar con el proceso de dar a luz (parto) perseverancia requiere esfuerzo y concentración total para obtener el resultado.

Hay diferentes maneras para orar, sin embargo, orar con perseverancia requiere más que meramente una postura tranquila, contemplativa, dulce, suave y callada. A menudo es algo enérgico, ruidoso y físicamente agotador. Es un tipo de oración que quebranta el corazón.

Para que el reino de Dios avance, necesitamos orar con vehemencia. Jesús se refirió a este tipo de oración en Mateo 11:12: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. El significado literal es “reclamarlo ansiosamente para uno mismo”.

Las Escrituras contienen muchos ejemplos de personas que sabían cómo orar y los hicieron con perseverancia. A continuación algunos ejemplos:

  • Jesús – “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente” (Hebreos 5:7).
  • Jacob – “Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros” (Oseas 12:4).
  • Ana – “Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente” (1 Samuel 1:10). Su oración para que el Señor le diera un hijo fue tan emocional que Elí pensó que ella estaba ebria.
  • Elías – “Oró fervientemente” (Santiago 5:17). Él oró siete veces pidiendo que lloviera. Él [se postró] en tierra, [y] puso su rostro entre las rodillas (1 Reyes 18:42-46).
  • Ezequías – “Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová” (Isaías 37:14). Cuando Ezequías fue amenazado por el Rey Senaquerib de Asiria, literalmente puso todo delante del Señor. Él echó su carga completamente sobre el Señor (Salmo 55:22).

¿Ve usted la imagen de orar con perseverancia a través de estos ejemplos? Como podemos ver a través de estos ejemplos bíblicos, para orar con perseverancia, el altar o cuarto de oración debe ser el lugar secreto donde con libertad clamemos a Dios con voz audible. ¡Oremos con vehemencia!

¡Puede imaginarse usted los resultados que obtuviéramos si oráramos como lo hicieron estas personas!

Dr. Fred A. Lawson

Reynoldsburg, Ohio

 

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